Mi entrevista más querida

Mi entrevista más querida
Vicente y Ana Ferrer hablando conmigo

Ignacio Ramonet . Director de Le Monde Diplomatique




De Ignacio Ramonet sabía poco. No había leído sus libros. Sin embargo, sí había leído Le Monde Diplomatique versión española. Puedo afirmar que entrevisté a Ramonet sin prejuicios. Ni a favor, ni en contra. Para mí no era demonio ni ángel. Ramonet es un líder y como tal tiene sus seguidores y sus detractores. Es un pensador comprometido y activo, un escritor que toma postura lejos de la neutralidad. Su discurso obliga al interlocutor a posicionarse. Yo no lo hice porque no fui interlocutora, me limité a preguntar.   

A las pocas semanas de la charla, cuando estaba a punto de publicarse la entrevista, el editor gallego se encontraba en Venezuela. En aquellos días hubo una revuelta en el país bolivariano y Ramonet fue el interlocutor intelectual con Europa. Se postuló a favor de Chávez a quien presentó como el reinventor de la izquierda (a día de hoy sigue haciéndolo). La casualidad quiso también que en esos días me encontrara con  Javier Errea, mi primer redactor jefe. Acababa de volver de Venezuela y le pregunté qué sucedía por allá. Su versión nada tuvo que ver con la de Ramonet. Le conté que le había entrevistado y seguía desde entonces sus crónicas. Javi se encogió de hombros.  

En ocasiones compro Le Monde Dimplomatique o lo ojeo en Internet. Mi conocimiento de Ramonet no ha cambiado. Poco más sé de él. Aquella lejana charla de media hora no despertó en mí curiosidad intelectual ni me convirtió en seguidora. Tampoco en detractora. Hoy leo esta entrevista, y sigo perdiéndome al hombre aunque encuentro sus ideas. Al fin y al cabo eso era lo que buscaba.  

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